martes, 9 de diciembre de 2008

No está el horno para bollos


El decálogo de la bollera media


Lo siento, pero hoy me tengo que meter con el lesbianismo internacional. Notaba que faltaba este post desde la primera semana de vida del blog y tengo que saldar esta deuda que tengo conmigo misma.
Si fuera por la bollera media yo, Ana de Lesbos, amante incondincional del género femenino, me haría heterosexual. Por suerte, siempre existe alguna interesante y diferente, que te hace olvidar que la mayoría (que no todas) de las lesbianas son unos seres desagradables y de feminidad difusa.
Esto no es un insulto gratuito, no es un odio injustificado hacia mis semejantes. Por supuesto, todo esto tiene justificaciones y mil argumentos, pero son tan evidentes que me limitaré a resumir mi teoría en diez pasos:


1.- Hacer carreras de cubos de basura no es divertido, ni agradable, ni mucho menos higiénico. No prentendas que después de meterte ahí, me lie contigo por muy buena que estés.


2.- No tienes huevos, no te los rasques porque pareces una colonia de ladillas asesinas. Es una actitud no masculina, sino lo siguiente. No se que pretendes con eso, de verdad, pero sea lo que sea, no merece la pena pasar por ese ridículo.


3.- Gritar mucho no hace que te entienda mejor, solo consigues que me aleje para no sufrir una perforación de tímpano. Además, agravar la voz para parecer más... supongo que más macho, tiene consecuencias a corto-medio plazo, en serio.


4.- Los insultos y las palabras malsonantes no son adecuadas a la hora de entrar a ligar. Los "es que me toca toda la raja del coño" o "rehostia puta que buena estás" no me llegan al alma, ni me conquistan, ni me ponen a tono. Más bien me producen el vómito.


5.- ¿Qué haces? Ah! Que estás bailando... Pues mejor apóyate en la barra, mueve un poco la copa y la cabeza y, si pierdes el ritmo, para, observa y continúa.


6.- No le robes la ropa a tu hermano, ni mucho menos a tu padre. ¿Por qué ha dejado de vestirte tu madre?


6.- Las fotos con gafas de sol dentro de casa son realmente ridículas. No te las saques, y si te las sacas NO las cuelgues en el Tuenti y etiquetes a todas tus bolloamigas. Aunque éstas, seguramente, hagan lo mismo...


7.- Llevar el mismo corte de pelo que el resto de bolleritas modernas no es guay. Es mediocre. El flequillo hacia un lado tapando media cara está muy visto, y la cresta está pasada de moda. El pelo con cortes masculinos no te queda bien con esa cara de pan por muy hombre que seas, señorita. ¿Qué hago? ¿Te pongo un espejo delante?


8.- La ropa deportiva queda genial en el gimnasio o en Fama (donde no entrarás por el punto número cinco) pero no en el Escape ni en el Truco. Una cosa es salir en playeras un día y otra llevarte el chándal enterito, con el logo de Nike bien grandote. ¿Quién te crees que eres? ¿Missy Elliot?


9.- Eso no es hip-hop, es reguetón (o como coño se escriba). No intentes convencerme. Además, yo solo escucho música clásica. De marcha, house. ¡Absolutismo musical siempre!


10.- No soy cruel, soy clara. Si eres fea, machona, desagradable, insultante y despreciable, te lo digo. Si te molesta, es problema tuyo. El día que una mujer me responda con un "tienes razón" a una apreciación como éstas, tendrá ganados muchos puntos conmigo. El resto de histéricas, graciosillas, malcriadas, paranoicas y simplonas, se pueden "jincar un tuno".
Y que conste que TODO lo expuesto anteriormente es real y pertenece a momentos reales de mi corta vida lésbica. Real pero no lo único.
Yo no soy precisamente el estandarte de la feminidad, pero una cosa es una cosa, y lo otro, un camión. Nunca mejor dicho.
Ahora, a mis yugulares, representantes pancarteras del bollerismo medio de Chueca.


Espero os haya gustado mucho, es de una compañera...!!!

Andrea

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