Treinta países deportan a trabajadores inmigrantes portadores de VIH y otros sesenta y seis países discriminan viajeros VIH+, según un informe de ILGA, Asociación Internacional de Gays y Lesbianas, difundido recientemente. Activistas chilenos, además de considerarlas inútiles, creen que son medidas hechas para evitar la inmigración en vez de controlar el SIDA.
Los datos fueron proporcionados por una encuesta realizada el 2008 por la organización alemana AIDS-Hilfe. El estudio muestra que actualmente 66 de los 186 países incluidos en la encuesta alemana cuentan con restricciones discriminatorias en vigor. 30 países no paran de deportar personas viviendo con VIH o de pedirles que dejen el país una vez que son detectados VIH positivo, un problema mayor para trabajadores inmigrantes.
La mayoría de los países con restricciones al entrar requieren exámenes obligatorios de VIH para excluir a los portadores del virus.
En preparativas para la Conferencia Mundial del SIDA a realizarse el 2010 en Viena, distintas organizaciones de la sociedad civil han hecho un llamado para eliminar las regulaciones sobre traslado y residencia de personas portadoras de VIH.
Los Estados deben hacer lo posible para asegurar que la discriminación legal contra las personas con VIH deje de existir, señaló un comunicado de ILGA. Las personas con VIH deben tener los mismos derechos que las demás, sentenció la organización, siendo responsabilidad de los legisladores crear una sociedad que no discrimina en el campo del estatus VIH.
La base de datos global sobre restricciones de traslados específicas sobre VIH, que es una iniciativa de la federación alemana AIDS, el grupo europeo sobre el tratamiento del SIDA y la sociedad internacional SIDA, provee información actualizada de 196 países sobre las regulaciones existentes que niegan la entrada o residencia a personas que viven con VIH, basándose en la legislación del país.
Entre los países que establecen restricciones para migrantes VIH+ están Andorra, Armenia, Bielorrusia, Chipre, Georgia, algunos estados de Alemania (Bavaria, Sajona, Brandemburgo), Grecia, Hungría, Israel, Kazakstán, Moldova, Polonia, Rumania, la Federación de Rusia, Eslovaquia, Tajikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán.
“Esas restricciones van desde negar solicitudes de trabajo y residencia, así como permisos de estudios debido al estatus VIH, deportaciones, exámenes obligatorios de VIH para algunos grupos y poblaciones, como empleadas domésticas, trabajadores de la construcción, trabajadores sexuales y personas que trabajan en la industria turística, personas provenientes de regiones endémicas y ciudadanos que regresan”- dijeron David Haerry y Peter Wiessner, miembros de EATG.
“Políticas de exclusión como esas son una vergüenza para Europa”- dijo Karl Lemmen, de la federación alemana AIDS. “Los Estados e instituciones europeos deben hacer todo lo posible para eliminar las restricciones de traslado relacionadas con VIH dentro de su territorio para garantizar que prevalezcan los derechos humanos y existan los valores europeos”- sentenció.
Gonzalo Cid, del Movimiento Unitario de Minorías Sexuales, cree que estas medidas “son lamentables y obedecen a políticas de discriminación institucionalizadas. Más que ser políticas de un sesgo moral, son orientadas hacia inmigrantes. Tienen ese perfil. Es un trato discriminatorio de países europeos hacia países latinoamericanos”.
El llamado a la respuesta europea para eliminar las restricciones de traslado relacionadas con VIH en Europa para 2010 ha sido adoptado por el Foro de la Sociedad Civil VIH de la UE, que representa alrededor de 40 ONG europeas. El documento legislativo desea fortalecer la discusión en Europa para eliminar las restricciones para 2010, cuando la conferencia internacional sobre el SIDA se lleve a cabo en Viena. Éste incluye propuestas concretas para acciones más amplias a la Comisión Europea, y organismos intergubernamentales como la OMS Europa, ONUSIDA y la OIM.
“Las restricciones de traslado relacionadas con VIH en donde sea que se encuentren, no solo son contraproducentes en cuanto a salud pública; también violan los derechos de las personas que viven con VIH y SIDA y fortalecen el estigma, la discriminación y la xenofobia”- acusaron Renato Sabbadini y Gloria Careaga, co-secretarios generales de ILGA, la Asociación internacional de lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros e intersexuales..
Los datos fueron proporcionados por una encuesta realizada el 2008 por la organización alemana AIDS-Hilfe. El estudio muestra que actualmente 66 de los 186 países incluidos en la encuesta alemana cuentan con restricciones discriminatorias en vigor. 30 países no paran de deportar personas viviendo con VIH o de pedirles que dejen el país una vez que son detectados VIH positivo, un problema mayor para trabajadores inmigrantes.
La mayoría de los países con restricciones al entrar requieren exámenes obligatorios de VIH para excluir a los portadores del virus.
En preparativas para la Conferencia Mundial del SIDA a realizarse el 2010 en Viena, distintas organizaciones de la sociedad civil han hecho un llamado para eliminar las regulaciones sobre traslado y residencia de personas portadoras de VIH.
Los Estados deben hacer lo posible para asegurar que la discriminación legal contra las personas con VIH deje de existir, señaló un comunicado de ILGA. Las personas con VIH deben tener los mismos derechos que las demás, sentenció la organización, siendo responsabilidad de los legisladores crear una sociedad que no discrimina en el campo del estatus VIH.
La base de datos global sobre restricciones de traslados específicas sobre VIH, que es una iniciativa de la federación alemana AIDS, el grupo europeo sobre el tratamiento del SIDA y la sociedad internacional SIDA, provee información actualizada de 196 países sobre las regulaciones existentes que niegan la entrada o residencia a personas que viven con VIH, basándose en la legislación del país.
Entre los países que establecen restricciones para migrantes VIH+ están Andorra, Armenia, Bielorrusia, Chipre, Georgia, algunos estados de Alemania (Bavaria, Sajona, Brandemburgo), Grecia, Hungría, Israel, Kazakstán, Moldova, Polonia, Rumania, la Federación de Rusia, Eslovaquia, Tajikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán.
“Esas restricciones van desde negar solicitudes de trabajo y residencia, así como permisos de estudios debido al estatus VIH, deportaciones, exámenes obligatorios de VIH para algunos grupos y poblaciones, como empleadas domésticas, trabajadores de la construcción, trabajadores sexuales y personas que trabajan en la industria turística, personas provenientes de regiones endémicas y ciudadanos que regresan”- dijeron David Haerry y Peter Wiessner, miembros de EATG.
“Políticas de exclusión como esas son una vergüenza para Europa”- dijo Karl Lemmen, de la federación alemana AIDS. “Los Estados e instituciones europeos deben hacer todo lo posible para eliminar las restricciones de traslado relacionadas con VIH dentro de su territorio para garantizar que prevalezcan los derechos humanos y existan los valores europeos”- sentenció.
Gonzalo Cid, del Movimiento Unitario de Minorías Sexuales, cree que estas medidas “son lamentables y obedecen a políticas de discriminación institucionalizadas. Más que ser políticas de un sesgo moral, son orientadas hacia inmigrantes. Tienen ese perfil. Es un trato discriminatorio de países europeos hacia países latinoamericanos”.
El llamado a la respuesta europea para eliminar las restricciones de traslado relacionadas con VIH en Europa para 2010 ha sido adoptado por el Foro de la Sociedad Civil VIH de la UE, que representa alrededor de 40 ONG europeas. El documento legislativo desea fortalecer la discusión en Europa para eliminar las restricciones para 2010, cuando la conferencia internacional sobre el SIDA se lleve a cabo en Viena. Éste incluye propuestas concretas para acciones más amplias a la Comisión Europea, y organismos intergubernamentales como la OMS Europa, ONUSIDA y la OIM.
“Las restricciones de traslado relacionadas con VIH en donde sea que se encuentren, no solo son contraproducentes en cuanto a salud pública; también violan los derechos de las personas que viven con VIH y SIDA y fortalecen el estigma, la discriminación y la xenofobia”- acusaron Renato Sabbadini y Gloria Careaga, co-secretarios generales de ILGA, la Asociación internacional de lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros e intersexuales..
INUTILIDAD DE LAS MEDIDAS
Diversos han sido los intentos a lo largo de la historia de las culturas para evitar la transmisión de enfermedades. Si en siglos anteriores en Occidente se ensayó con asilos de leprosos o sanatorios obligatorios, en la última centuria se establecieron cordones sanitarios para evitar propagación de enfermedades. El problema es que estas medidas han resultado infructuosas.
Marco Becerra, de Corporación Chilena de Prevención del SIDA, recuerda que “en Chile durante los ’80 se decía que el SIDA venía de brasil y que había que discriminar a quienes provenían desde ese país. Con el tiempo se vio que era una estupidez. Son políticas caducas, como si existieran países que no tuviesen a nadie con VIH”.
Becerra cuenta que tales medidas discriminatorias “se implementaron en los ’80 y en los países en donde surge la epidemia. Hoy hay avances médicos y terapias para gente que vive con VIH, es una pandemia. Son políticas de momento en que no se sabía como funcionaba bien el VIH, Eso de cerrar las fronteras es ilógico si la vida sexual de las personas es un asunto privado”.
Cid agrega que “estas medidas de control sanitario represivos están encaminadas al fracaso. Eso de restringir el acceso a países de personas es inútil, es un ensayo hace tiempo probado por distintas sociedades. La educación es lo más importante y el VIH se transmite por formas muy específicas, por ello las medidas de prevención son fáciles de aplicar. Son coherentes con un modelo económico mundial, donde se permite que las personas de los países pobres no puedan ir a países ricos y no viceversa”.
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