BOSTON, EEUU, dic 7 . - Mientras se estanca el número de matrimonios entre personas del mismo sexo en California y Estados Unidos entra en recesión, Massachusetts y Connecticut están forjando un nuevo nicho económico para casamientos de homosexuales y los gastos que los acompañan.
Al tiempo que muchos estadounidenses posponen sus bodas mientras se debilita la economía, las parejas de gay como Angela Fischer y Tami Schmidt, que planearon casarse en California, ahora lo hacen en Nueva Inglaterra.
"Habíamos hecho planes de casarnos en California pero los descartamos", sostuvo Fischer.
Enfadadas con las elecciones del 4 de noviembre que terminaron con el matrimonio entre personas del mismo sexo en California, Fischer y Schmidt se casaron 16 días más tarde en una Iglesia Unida de Cristo en Hartford, Connecticut.
Después, ofrecieron una recepción a sus amigos en un restaurante local y pasaron una semana en un hotel.
"La pérdida de California será el beneficio económico de Connecticut y Massachusetts", dijo M.V. Lee Badgett, una economista del Instituto de Estudios Estratégicos Gays y Lésbicos de la Universidad de Massachusetts.
Ella duda de que la mala economía afecte el número de bodas.
"Me da la sensación que las personas gay son concientes de que no pueden dar el derecho al casamiento por hecho, que se los pueden quitar. En ese sentido, puede que la gente no espere para casarse. Puede que simplemente realice bodas más baratas", explicó.
Badgett condujo un estudio difundido en julio que decía que en los próximos tres años unas 32.200 parejas del mismo sexo viajarán desde otros lugares para casarse en Massachusetts, que se convirtió en el 2004 en el primer estado en legalizar el matrimonio entre homosexuales.
Eso se traduciría en 330 puestos de trabajo, con una inyección de 111 millones de dólares a la economía del estado, según el estudio.
Badgett espera un beneficio similar en el transcurso del mismo período para Connecticut, que legalizó el casamiento entre personas del mismo sexo el 12 de noviembre. No obstante, el gasto podría ser mayor en ambos estados después de la reciente prohibición a los matrimonios gay en California.
"Tomemos los cientos de millones de dólares que habrían sido gastados en California, si esas personas deciden en cambio ir a casarse a Massachusetts y Connecticut, esos estados recibirán una inyección aún mayor de la que originalmente habíamos estimado", agregó Badgett.
Otro destino para parejas estadounidenses es Canadá, donde el casamiento entre personas del mismo sexo es legal.
EN BUSCA DEL "DOLAR ROSA"
Mientras todos los estadounidenses están reduciendo gastos, los gays están ajustándose menos los cinturones que las parejas heterosexuales, sostuvo Bob Witeck, director ejecutivo de Witeck-Combs Communications, una firma de estudios de marketing que se especializa en el mercado gay.
Entre sus hallazgos se cuentan que los hombres gays tienen menos hijos, representan una carga financiera menor para sus familias y son menos proclives a preocuparse por sus ahorros. Las lesbianas también estaban recortando en gastos, como comer afuera, según el estudio.
"Hay algunas señales de que mientras se generaliza la crisis, ésta se da en forma dispareja. Las personas gay la sentirán pero no de la misma forma que los hogares más grandes", dijo Witeck.
El poder del dólar rosa está bien documentado. Los 15,7 millones de gay que hay en la nación, aproximadamente el 5 por ciento de la población, son responsables por 724.000 millones de dólares en gastos anuales, según Witeck-Combs y Packaged Facts, una división de Marketresearch.com.
Ese número está en aumento. Se proyecta que los individuos de 18 años o más que se auto-identifican como lesbianas, gay, bisexuales o transexuales alcancen los 16,3 millones en tres años, gastando 835.000 millones de dólares al año, una cifra que se traduce en 51.200 dólares al año por persona, según el estudio.
Audra Weisel, una pastelera de Avon, Connecticut, espera una tajada de eso, después de que se emitieran al menos 66 licencias para parejas del mismo sexo desde el 12 de noviembre, cuando un juez legalizó los matrimonios gay tras un fallo de octubre del máximo tribunal de ese estado.
"Muchas parejas fueron a obtener sus licencias y ahora están planeando sus bodas. Mientras tanto, comerciantes nosotros estamos aquí a la espera", afirmó Weisel.
El Censo de Estados Unidos estima que Connecticut tenía 7.386 parejas del mismo sexo en el 2000.
Aproximadamente la mitad de estas, o 3.693, se casarán en los primeros tres años, pronostica un estudio del Instituto Williams de Leyes y Políticas Públicas sobre orientación sexual de la Universidad de California, Los Angeles.
Joe Marfuggi, presidente de Riverfront Recapture Inc., ha colocado avisos publicitarios en publicaciones gay, en un intento por atraer bodas de personas del mismo sexo a un salón de recepciones sobre el río Connecticut en Hartford.
"En este momento, en el estado en que está la economía, la gente está poniendo muchos gastos en suspenso, pero nosotros queremos que la gente sepa que nuestras instalaciones están allí y que sus puertas están abiertas", aseguró.
Al tiempo que muchos estadounidenses posponen sus bodas mientras se debilita la economía, las parejas de gay como Angela Fischer y Tami Schmidt, que planearon casarse en California, ahora lo hacen en Nueva Inglaterra.
"Habíamos hecho planes de casarnos en California pero los descartamos", sostuvo Fischer.
Enfadadas con las elecciones del 4 de noviembre que terminaron con el matrimonio entre personas del mismo sexo en California, Fischer y Schmidt se casaron 16 días más tarde en una Iglesia Unida de Cristo en Hartford, Connecticut.
Después, ofrecieron una recepción a sus amigos en un restaurante local y pasaron una semana en un hotel.
"La pérdida de California será el beneficio económico de Connecticut y Massachusetts", dijo M.V. Lee Badgett, una economista del Instituto de Estudios Estratégicos Gays y Lésbicos de la Universidad de Massachusetts.
Ella duda de que la mala economía afecte el número de bodas.
"Me da la sensación que las personas gay son concientes de que no pueden dar el derecho al casamiento por hecho, que se los pueden quitar. En ese sentido, puede que la gente no espere para casarse. Puede que simplemente realice bodas más baratas", explicó.
Badgett condujo un estudio difundido en julio que decía que en los próximos tres años unas 32.200 parejas del mismo sexo viajarán desde otros lugares para casarse en Massachusetts, que se convirtió en el 2004 en el primer estado en legalizar el matrimonio entre homosexuales.
Eso se traduciría en 330 puestos de trabajo, con una inyección de 111 millones de dólares a la economía del estado, según el estudio.
Badgett espera un beneficio similar en el transcurso del mismo período para Connecticut, que legalizó el casamiento entre personas del mismo sexo el 12 de noviembre. No obstante, el gasto podría ser mayor en ambos estados después de la reciente prohibición a los matrimonios gay en California.
"Tomemos los cientos de millones de dólares que habrían sido gastados en California, si esas personas deciden en cambio ir a casarse a Massachusetts y Connecticut, esos estados recibirán una inyección aún mayor de la que originalmente habíamos estimado", agregó Badgett.
Otro destino para parejas estadounidenses es Canadá, donde el casamiento entre personas del mismo sexo es legal.
EN BUSCA DEL "DOLAR ROSA"
Mientras todos los estadounidenses están reduciendo gastos, los gays están ajustándose menos los cinturones que las parejas heterosexuales, sostuvo Bob Witeck, director ejecutivo de Witeck-Combs Communications, una firma de estudios de marketing que se especializa en el mercado gay.
Entre sus hallazgos se cuentan que los hombres gays tienen menos hijos, representan una carga financiera menor para sus familias y son menos proclives a preocuparse por sus ahorros. Las lesbianas también estaban recortando en gastos, como comer afuera, según el estudio.
"Hay algunas señales de que mientras se generaliza la crisis, ésta se da en forma dispareja. Las personas gay la sentirán pero no de la misma forma que los hogares más grandes", dijo Witeck.
El poder del dólar rosa está bien documentado. Los 15,7 millones de gay que hay en la nación, aproximadamente el 5 por ciento de la población, son responsables por 724.000 millones de dólares en gastos anuales, según Witeck-Combs y Packaged Facts, una división de Marketresearch.com.
Ese número está en aumento. Se proyecta que los individuos de 18 años o más que se auto-identifican como lesbianas, gay, bisexuales o transexuales alcancen los 16,3 millones en tres años, gastando 835.000 millones de dólares al año, una cifra que se traduce en 51.200 dólares al año por persona, según el estudio.
Audra Weisel, una pastelera de Avon, Connecticut, espera una tajada de eso, después de que se emitieran al menos 66 licencias para parejas del mismo sexo desde el 12 de noviembre, cuando un juez legalizó los matrimonios gay tras un fallo de octubre del máximo tribunal de ese estado.
"Muchas parejas fueron a obtener sus licencias y ahora están planeando sus bodas. Mientras tanto, comerciantes nosotros estamos aquí a la espera", afirmó Weisel.
El Censo de Estados Unidos estima que Connecticut tenía 7.386 parejas del mismo sexo en el 2000.
Aproximadamente la mitad de estas, o 3.693, se casarán en los primeros tres años, pronostica un estudio del Instituto Williams de Leyes y Políticas Públicas sobre orientación sexual de la Universidad de California, Los Angeles.
Joe Marfuggi, presidente de Riverfront Recapture Inc., ha colocado avisos publicitarios en publicaciones gay, en un intento por atraer bodas de personas del mismo sexo a un salón de recepciones sobre el río Connecticut en Hartford.
"En este momento, en el estado en que está la economía, la gente está poniendo muchos gastos en suspenso, pero nosotros queremos que la gente sepa que nuestras instalaciones están allí y que sus puertas están abiertas", aseguró.
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