miércoles, 3 de febrero de 2010

Obama


Obama buscareconciliarse con la comunidad homosexual, decepcionada por su escaso compromiso.
El jefe del Estado Mayor del Ejército de EE UU, Mike Mullen, y el secretario del Pentágono, Robert Gates, pidieron ayer ante el Comité del Senado de las Fuerzas Armadas la anulación de la ley que obliga a los soldados gays y lesbianas a ocultar su condición sexual. «No importa cómo se aborde este asunto. Me produce problemas [de conciencia] pensar que tenemos hombres y mujeres jóvenes entre nuestros efectivos que deben mentir para poder defender a nuestros conciudadanos», destacó Mullen.Esta ley, conocida como «no preguntes y yo no te cuento» (Don´t ask, don´t tell, en inglés), permite a los gays y lesbianas formar parte del Ejército siempre y cuando no revelen su condición sexual. Muller realizó estas declaraciones menos de una semana después de que su comandante en jefe, Barack Obama, anunciase que quiere anular la ley. El Gobierno estadounidense ha decidido adoptar esta medida a partir de la experiencia positiva de naciones como Canadá, Gran Bretaña o Israel. En estos países, gays y lesbianas sirven en sus respectivos Ejércitos sin esconderse. Asimismo, también ha influido la presión de esta comunidad en EE UU, que preparaba un boicot económica brutal decepcionado con la falta de compromiso de Obama con sus promesas de campaña. De esta forma, Mullen destacó que cree personal y profesionalmente que «es correcto permitir que los gays y lesbianas sirvan en el Ejército de forma abierta». Mientras, el secretario del Pentágono admitió ante el mismo comité que necesitan un período de un año para revisar el procedimiento para cambiar dicha ley.La modificación requiere la votación del Congreso, donde se espera un intenso debate. El senador republicano John McCain se declaró en contra de anular dicha norma. Mientras, su compañero de partido John A. Boehner destacó que no es el momento de abordar dicho asunto: «¿Por qué queremos entrar en este debate con dos guerras y ante una gran amenaza a la seguridad del país?», planteó el conservador. Esta iniciativa, que se aprobó en 1993 bajo la Presidencia de Bill Clinton, fue considerada entonces un regalo de consolación del demócrata a los gays y lesbianas. En un principio, les prometió durante la campaña que podrían servir en el Ejército. Pero, al fracasar en sus intentos en el Congreso, optó por una ley que les permitía formar parte del Ejército siempre y cuando nadie supiese su condición sexual. 13.000 expulsionesCon el tiempo, dicha norma se volvió en su contra, ya que sí se permite realizar investigaciones si hay alguna sospecha de que algún efectivo sea gay. Desde 1994, se ha expulsado de las filas del Ejército a 13.000 personas por esta circunstancia, aunque la cifra ha descendido de forma paulatina desde que empezase la guerra en Afganistán en 2001.


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