miércoles, 3 de febrero de 2010

Fuertes críticas del Papa a Reino Unido por una ley contra la homofobia y la discriminación


Para Benedicto XVI, la ley de equidad que discute el parlamento británico podría “limitar” la libertad de las confesiones religiosas. Enojo en Londres por los dichos papales.

Una ley británica que pretende evitar la discriminación laboral hacia personas lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB) ha causado controversia entre el Londres y el Vaticano, tras las duras críticas del papa Benedicto XVI, que ha llegado a calificar la iniciativa como una “violación a la ley natural”.Según sus detractores, la legislación –aún en discusión en la Cámara de los Lores- podría obligar a las iglesias a contratar a gays y transexuales. Además de los católicos, la Iglesia Anglicana también se opone a la medida. Según publica El Mundo, Benedicto XVI ha dicho que, en virtud de la Ley de Equidad, las Iglesias temen que les prive de su actual derecho a rechazar a aspirantes a un puesto de trabajo si son activamente homosexuales o han cambiado de sexo. El Papa ha dicho además que este proyecto de ley amenaza la "larga tradición británica" de libertad de expresión."Vuestro país es muy conocido por su firme compromiso con la igualdad de oportunidades para todos los miembros de la sociedad. Sin embargo... el efecto de alguna de la legislación diseñada para conseguir este objetivo ha sido el de imponer una injusta limitación sobre la libertad de las comunidades religiosas para actuar de acuerdo con sus creencias", dijo el Papa a los obispos."Como cualquier otra entidad"Tras las declaraciones papales, varios políticos británicos han salido a defender la ley. Harriet Harman, funcionaria del área de Mujer del gobierno laborista, recordó que la norma no afecta a los puestos religiosos y avaló que la Iglesia sea tratada como cualquier otra entidad que contrata trabajadores.Por su parte, el eurodiputado laborista Stephen Hughes dijo que en lugar de criticar a la legislación británica, el Pontífice debería asegurarse de que la jurisprudencia comunitaria se aplica en el Vaticano. "Como católico estoy horrorizado por el comportamiento del Papa. Los dirigentes religiosos deberían eliminar las desigualdades, no promoverlas", apuntó Hughes.


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