viernes, 5 de febrero de 2010

Grupos GLBTI difunden sus derechos


Campaña pretende capacitar a funcionarios públicos sobre real situación de minorías.
Hacia un Ecuador libre de trans, lesbo, homofobia es el nombre de la campaña que el Ministerio de Justicia, junto a Fundación Equidad, lanzaron el pasado miércoles. La campaña pretende difundir los derechos del grupo GLBTIQ (gays, lesbianas, bisexuales, trans, intersex y queer) tanto para los miembros del colectivo como para los funcionarios de instituciones públicas y privadas. Efraín Soria, coordinador de programas de Equidad, explica que, “lamentablemente”, menos del 40% de las personas del grupo GLBTI conocen sus derechos y, aunque lo hagan, no saben sobre mecanismos para hacerlos respetar.Otro de los problemas por los que atraviesan, según estudios de Equidad, es que las organizaciones GLBTIQ no se encuentran en todos los cantones a nivel nacional y por ello las personas de este colectivo no reciben información y son las más propensas a ser discriminadas. “En los cantones pequeños es donde más discriminación se da por la falta de conocimiento del colectivo”, afirma. Soria explica que por esto la campaña que comenzó en Quito ahora se va a extender a los diferentes cantones mediante charlas de capacitación a los miembros de las instituciones públicas para que en todas partes del país, donde exista una oficina de cualquier dependencia del Estado, los personeros sean quienes se encarguen de defender y evitar la violación de derechos y que no se conviertan en los primeros en discriminar a este grupo.Un caso de discriminación se dio con una persona transexual de la provincia de Orellana, a quien por su condición le negaron la matrícula en un centro de formación artesanal. En dicha provincia no hay, de manera continua, alguna institución del colectivo y por tal motivo ella tuvo que comunicarse con Quito para lograr recibir instrucciones sobre las cosas que puede hacer. Para Soria este tipo de situaciones deberían poder resolverse en cada cantón y los responsables deberían ser los servidores públicos. Para evitar que algo similar se repita, una de las partes fundamentales de la campaña es la cartilla “Construyendo una sociedad plural y democrática: Derechos Humanos de la población GLBTTIQ”, que será utilizada para los talleres y entregada a cada empleado público. En la cartilla hay una explicación sobre lo que significa ser miembro de la comunidad. Además, se señalan los derechos de las personas sexualmente diversas y derechos vinculados, como el libre ejercicio de la personalidad, la libertad de tomar decisiones sobre su sexualidad, vida, orientación y la no discriminación. Los mentalizadores de esta cartilla incluyeron un directorio de instituciones que garantizan el cumplimiento y ejercicio de los derechos de las personas GLBTIQ.
Para concientizar sobre la no discriminación se entregan cartillas y se abrió una línea de información y ayuda
Patricia Salazar, subsecretaria de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, reconoce que el ser gay, lesbiana o trans en el país es complicado y, pese a que las leyes los amparan, “al ser las personas quienes hacen cumplir las normas, si las desconocen no pueden alcanzar una sociedad equitativa”. Salazar añade que la mayoría de ecuatorianos ha sufrido, alguna vez en su vida, algún tipo de discriminación por desconocer realidades diferentes. “La falta de sensibilidad se da por el temor a salir de lo considerado normal y hace que ataquemos lo que no conocemos”. Según datos de un estudio de Fundación Kimirina efectuado a 1.200 miembros del grupo en Quito, Guayaquil y provincias del Oriente, el 80% sufre persecución en los centros educativos y de ellos el 50% decide abandonar sus estudios por discriminación.Así también, otro de los campos en los que la campaña pretende trabajar es en el acceso a la salud de los miembros del colectivo. El Ministerio de Salud ha iniciado una campaña de sensibilización a los personeros de salud sobre el grupo GLBTI, pero se lo ha realizado solo en ciudades grandes. Con la nueva campaña se atenderán pequeños cantones, en especial del Oriente. Enrique Velasco, quien trabaja como cajero en una cadena de almacenes, es oriundo de Napo y ahora reside en Quito porque en su tierra todos lo rechazaban por ser gay. Recuerda que tuvo un accidente de moto junto a un amigo y cuando llegaron al centro médico los doctores le dijeron que seguramente les ocurrió eso por estar haciendo “cosas anormales”. Velasco intentó poner una queja en la Dirección de Salud, pero asegura que en una ciudad pequeña todos se conocen “y se tapan y a nadie le interesan los derechos de las personas de la diversidad sexual”.Velasco asegura que si bien en su ciudad existen personas del colectivo GLBTI, muchas de ellas permanecen ocultas o deciden migrar a grandes ciudades para evitar la discriminación. A eso se suma, asegura, el que algunos funcionarios sean los primeros en violentar sus derechos. “Cuando te pasa algo en la calle por tu orientación sexual, las autoridades, en vez de ayudarte, se burlan de ti y te dicen cosas. Finalmente, todos terminan aconsejándote que dejes ya los malos pasos y te vuelvas un hombre verdadero”. Para evitar más casos, Orlando Montoya, director ejecutivo de Fundación Equidad, asegura que otra de las iniciativas para promover derechos es la implementación de la línea 1800-80-20-80. Las personas que llaman pueden acceder a servicios de información sobre la salud sexual, VIH-Sida e Infecciones de Transmisión Sexual.La línea recibe alrededor de 50 llamadas semanales de jóvenes que necesitan conocer dónde realizarse las pruebas de VIH- Sida, que requieren ayuda psicológica o necesitan conocer sobre ayudas y acciones legales que pueden usar para pedir la restitución de sus derechos.La línea está abierta al público, de lunes a viernes y, en caso de necesitar ayuda profesional directa, los operadores les remitirán sin costo.Lucía Real Hidalgo
lreal@telegrafo.com.ecReportera - Quito

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