lunes, 2 de marzo de 2009

Líbano: piden la derogación de una ley que discrimina a los homosexuales



La supresión de una ley que los discrimina y el ánimo de hacerse visibles en una sociedad conservadora ha impulsado a los gays libaneses a pedir públicamente por sus derechos, según informa un reportaje de la agencia EFE.Muchos de ellos se han unido a la asociación Hélem (sueño), que pretende luchar contra todo tipo de discriminación social y legal gracias a un trabajo de sensibilización que abarca todas las capas de la sociedad civil y las oficinas públicas encargadas del tema.Charbel Maydan, asistente social de la organización, explicó a EFE que luchan por abolir la ley 534 ya que "discrimina a los homosexuales, pudiendo llevarlos incluso a la cárcel". "La ley no menciona explícitamente a los homosexuales, y si son detenidos pueden pasar algunas horas encarcelados, pero si son vistos en alguna postura considerada equívoca pueden ser condenados a una pena de seis meses a un año de cárcel", agregó Maydan.El último domingo –por primera vez en esta región- los gays organizaron una manifestación en Beirut, apoyados por varias ONG, en la que denunciaron no sólo las discriminaciones contra ellos, sino también de las que son víctimas mujeres, niños, sirvientas y otros colectivos.Durante la protesta se concentró un centenar de personas, entre gays y lesbianas, que izaron sus banderas, con los colores del arco iris, así como pancartas en las que reclamaban la igualdad para todos ante la ley.Redadas en bares gaysAunque Beirut es una ciudad relativamente liberal en la región, ya que existen bares y clubes nocturnos frecuentados por homosexuales, la Policía efectúa redadas periódicas en ellos y en ocasiones se detiene a cualquier sospechoso que haya sido denunciado por su tendencia sexual, aunque no haya estado en el lugar de los hechos en el momento del registro.Ése fue el caso de Ziad, nombre falso bajo el que se refugia un homosexual libanés que quiere preservar su identidad, que estuvo en la cárcel después de ser denunciado. "Qué culpa tengo de ser homosexual. Habría querido ser como cualquier otra persona, pero soy como soy", señala Ziad a EFE. Ziad advierte de que sufrió discriminación en la cárcel: "¡Que los pervertidos se pongan en el medio!", le decía la persona que vigilaba a los presos, mientras sus compañeros se burlaban de él.En general, a los homosexuales no se les maltrata físicamente, sino moralmente, señalaron a EFE algunos de ellos que pidieron el anonimato, como una pareja gay que se estaba besando en un edificio en construcción en Beirut y fue insultada recientemente por agentes del orden.En este contexto, el papel del centro Hélem resulta más que necesario. La organización cuenta con dos psicólogos y trabajadores sociales que ayudan a las personas en dificultades, organizan regularmente cine-clubs, talleres de trabajo, exposiciones y cenas para recaudar fondos.


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