Uno de los casos más recordados ocurrió en el colegio Leonardo Da Vinci en Manizales, donde dos alumnas lesbianas fueron abucheadas.
En Bogotá, estudiantes heterosexuales no solo rechazan, maltratan y temen a sus compañeros gays y lesbianas, sino que los consideran anormales y hasta pervertidos.
Así lo acaba de demostrar un estudio de la corporación Promover Ciudadanía y la Universidad Pedagógica Nacional, adelantado en ocho instituciones de los estratos 1, 2 y 3 de Bogotá, con 433 estudiantes heterosexuales, hombres y mujeres, de los 12 a los 17 años. La investigación, denominada ?Homofobia y convivencia en la escuela?, se llevó a cabo después de que se comprobó que el aislamiento, la discriminación, la burla y la violencia física y emocional que reciben tanto gays como lesbianas en las aulas de clase no son casos aislados, sino que representan una constante con graves consecuencias para esta población.Según el antropólogo Erick Werner Cantor, quien dirigió la investigación, muchos de estos jóvenes terminan desertando del colegio, asumiendo conductas suicidas o inmersos en el consumo de drogas o alcohol. Además, se les vulneran varios derechos como el de la educación, a llevar una vida digna, al libre desarrollo de la personalidad, a la igualdad y a la libre asociación afectiva.El 31 por ciento de los encuestados piensa que la homosexualidad es antinatural, pues según ellos, lo natural obedece solo a la creación divina del hombre y la mujer.El 13,4 por ciento piensa que ser homosexual es un pecado que atenta contra las leyes de Dios y que, por tanto, no debería existir. Y en general los consideran peligrosos y pervertidos.También piensan que se trata de una malformación biológica. El 49 por ciento estima que es producto de problemas hormonales, y el 35 por ciento, desórdenes genéticos. Los encuestados manifestaron creer que sus compañeros asumen esta orientación sexual por causas sociales. En el caso de los homosexuales, el 34,9 por ciento cree se volvieron así porque abusaron de ellos sexualmente. Con las lesbianas sucede algo similar: el 32, 3 por ciento piensa que escogieron esa opción sexual después de haber sido violadas. Los consultados también dijeron que los fracasos amorosos y la ausencia de relaciones heterosexules pueden influir. Y además, el 30,7 reconoció que le tienen asco a sus compañeros gays y lesbianas; el 18,7 siente miedo; el 8,5 les tiene rabia, y el 4,8, odio. De los varones entrevistados, el 36,6 por ciento declaró temer a que sus compañeros homosexuales se enamoraran de ellos, mientras que el 58,4 por ciento de las mujeres piensa que podrían ser acosadas sexualmente por sus compañeras lesbianas. Durante la investigación, que se llevó a cabo de junio de 2007 a junio de 2009, también se identificó que los varones son los más homofóbicos, sobre todo con sus compañeros homosexuales. Hay cierta aceptación de los varones heterosexuales con las lesbianas, y de las mujeres con los gays.
La labor de los profesoresDurante la investigación se identificaron a algunos profesores que con su actitud de burla y señalamiento contribuyen al aislamiento y la discriminación de los estudiantes con orientación sexual diversa. Sin embargo, también se encontraron a muchos educadores que están reclamando herramientas pedagógicas para manejar este tipo de situaciones.Por eso, el estudio sugiere la urgente necesidad de crear políticas públicas educativas que les enseñen a los maestros la manera adecuada para equilibrar el tema, más allá de las existentes que se limitan a clases en las que se enseña a prevenir el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual.'En los colegios ni los profesores ni los estudiantes saben cómo enfrentar el descubrir sexual de los estudiantes', concluyó el estudio.
Testimonio'Hay que sobrevivir a las miradas acusadora'Una vez seis compañeros me arrinconaron contra una pared a la salida del colegio y empezaron a amenazarme y a empujarme. Les pregunté por qué hacían eso y me dijeron que eso me pasaba por loca. Me dio mucha rabia y me quité la correa.
Los estaba amenazando y por accidente le pegué a un niño en la cabeza y le causé una herida grande. Después de eso me salí del colegio. No soporté más.Tengo 21 años y no he terminado aún el bachillerato. He pasado por cuatro colegios y en todos ellos siento las miradas acusadoras de mis compañeros, a veces cuando voy pasando me gritan: allá va Laisa. Al principio me daba mal genio, pero aprendí que me debo controlar. Si me pongo bravo me molestan más. Además, debo hacerme respetar por lo que soy.Actualmente estoy validando el bachillerato, voy en el nivel cuarto que equivale a octavo y noveno. Me la paso con dos compañeras, una de ellas es lesbiana. En el descanso estoy con mi grupito: una amiga del barrio, un travesti y dos gays más.
Joven gay de 21 años.
En Bogotá, estudiantes heterosexuales no solo rechazan, maltratan y temen a sus compañeros gays y lesbianas, sino que los consideran anormales y hasta pervertidos.
Así lo acaba de demostrar un estudio de la corporación Promover Ciudadanía y la Universidad Pedagógica Nacional, adelantado en ocho instituciones de los estratos 1, 2 y 3 de Bogotá, con 433 estudiantes heterosexuales, hombres y mujeres, de los 12 a los 17 años. La investigación, denominada ?Homofobia y convivencia en la escuela?, se llevó a cabo después de que se comprobó que el aislamiento, la discriminación, la burla y la violencia física y emocional que reciben tanto gays como lesbianas en las aulas de clase no son casos aislados, sino que representan una constante con graves consecuencias para esta población.Según el antropólogo Erick Werner Cantor, quien dirigió la investigación, muchos de estos jóvenes terminan desertando del colegio, asumiendo conductas suicidas o inmersos en el consumo de drogas o alcohol. Además, se les vulneran varios derechos como el de la educación, a llevar una vida digna, al libre desarrollo de la personalidad, a la igualdad y a la libre asociación afectiva.El 31 por ciento de los encuestados piensa que la homosexualidad es antinatural, pues según ellos, lo natural obedece solo a la creación divina del hombre y la mujer.El 13,4 por ciento piensa que ser homosexual es un pecado que atenta contra las leyes de Dios y que, por tanto, no debería existir. Y en general los consideran peligrosos y pervertidos.También piensan que se trata de una malformación biológica. El 49 por ciento estima que es producto de problemas hormonales, y el 35 por ciento, desórdenes genéticos. Los encuestados manifestaron creer que sus compañeros asumen esta orientación sexual por causas sociales. En el caso de los homosexuales, el 34,9 por ciento cree se volvieron así porque abusaron de ellos sexualmente. Con las lesbianas sucede algo similar: el 32, 3 por ciento piensa que escogieron esa opción sexual después de haber sido violadas. Los consultados también dijeron que los fracasos amorosos y la ausencia de relaciones heterosexules pueden influir. Y además, el 30,7 reconoció que le tienen asco a sus compañeros gays y lesbianas; el 18,7 siente miedo; el 8,5 les tiene rabia, y el 4,8, odio. De los varones entrevistados, el 36,6 por ciento declaró temer a que sus compañeros homosexuales se enamoraran de ellos, mientras que el 58,4 por ciento de las mujeres piensa que podrían ser acosadas sexualmente por sus compañeras lesbianas. Durante la investigación, que se llevó a cabo de junio de 2007 a junio de 2009, también se identificó que los varones son los más homofóbicos, sobre todo con sus compañeros homosexuales. Hay cierta aceptación de los varones heterosexuales con las lesbianas, y de las mujeres con los gays.
La labor de los profesoresDurante la investigación se identificaron a algunos profesores que con su actitud de burla y señalamiento contribuyen al aislamiento y la discriminación de los estudiantes con orientación sexual diversa. Sin embargo, también se encontraron a muchos educadores que están reclamando herramientas pedagógicas para manejar este tipo de situaciones.Por eso, el estudio sugiere la urgente necesidad de crear políticas públicas educativas que les enseñen a los maestros la manera adecuada para equilibrar el tema, más allá de las existentes que se limitan a clases en las que se enseña a prevenir el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual.'En los colegios ni los profesores ni los estudiantes saben cómo enfrentar el descubrir sexual de los estudiantes', concluyó el estudio.
Testimonio'Hay que sobrevivir a las miradas acusadora'Una vez seis compañeros me arrinconaron contra una pared a la salida del colegio y empezaron a amenazarme y a empujarme. Les pregunté por qué hacían eso y me dijeron que eso me pasaba por loca. Me dio mucha rabia y me quité la correa.
Los estaba amenazando y por accidente le pegué a un niño en la cabeza y le causé una herida grande. Después de eso me salí del colegio. No soporté más.Tengo 21 años y no he terminado aún el bachillerato. He pasado por cuatro colegios y en todos ellos siento las miradas acusadoras de mis compañeros, a veces cuando voy pasando me gritan: allá va Laisa. Al principio me daba mal genio, pero aprendí que me debo controlar. Si me pongo bravo me molestan más. Además, debo hacerme respetar por lo que soy.Actualmente estoy validando el bachillerato, voy en el nivel cuarto que equivale a octavo y noveno. Me la paso con dos compañeras, una de ellas es lesbiana. En el descanso estoy con mi grupito: una amiga del barrio, un travesti y dos gays más.
Joven gay de 21 años.
Redaccion de Vida de Hoy
Fuente: http://www.eltiempo.com/vidadehoy/educacion/el-colegio-es-un-territorio-hostil-para-los-jovenes-homosexuales-sostiene-estudio_4860640-1
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