El director general de Gendarmería, Alejandro Jiménez, accedió hoy favorablemente a la petición formulada por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), para que la reclusa Mónica Moraga Ayala (40), pueda ser visitada por su pareja en un ambiente que dé garantías de no discriminación en razón de su orientación sexual.En conversación telefónica con el director general, el Movilh expresó su molestia porque “al interior de Gendarmería se sigan conociendo denuncias en razón de la orientación sexual”, además de exigir una vez más, como lo viene haciendo hace cinco años, que “las visitas conyugales sean en igualdad de condiciones para homosexuales y heterosexuales, educándose para ello a los mandos medios”.Sobre la materia, Jiménez aclaró que el reglamento de Gendarmería establece que las parejas requieren seis meses de relación para las visitas conyugales y que en el caso de Ayala sólo se contabilizan cuatro meses, por lo que “no se puede modificar la norma, ya que es igual para todos”. Aclaró, en todo caso, que una vez cumplidos los seis meses Ayala podrá gozar del régimen conyugal de visitas y se comprometió a investigar las denuncias por discriminación, a objeto de que las futuras visitas de la pareja se den con garantías de “un trato digno para ambas”.“Estamos satisfechos con esta respuesta y en especial porque Jiménez nos señaló además que en el transcurso de este año uno de los temas discriminatorios que se abordará será el precisamente el que afecta a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales recluidos en los recintos penitenciarios, lo cual es una muy buena noticia, pues esto lo veníamos pidiendo hace cinco años. Esperamos tener participación activa en este proceso”.Ayala, quien se encuentra desde hace 19 meses recluida en el Centro de Cumplimiento Penitenciario Femenino de Temuco por el delito de uso malicioso de instrumento mercantil, es madre de cinco hijos, y hoy denunció que pese a contar con un orden de un tribunal que le permitía contar con un espacio para visitas conyugales, esto le ha sido impedido por Gendarmería."Quiero denunciar que he sido víctima de discriminación y hostigamiento en el Penal de Temuco por mi condición de lesbiana (...) Hemos sufrido toda clase de hostigamiento y no se nos permite ni siquiera acercarnos, teniendo prohibido tocarnos. Funcionarios de Gendarmería nos hacen sentarnos al lado de la guardia, nos interrumpen a cada momento, otorgándonos una presión psicológica que nos tiene al borde de una crisis", denunció la afectada a tavés del diario El Austral de Temuco.Sobre la materia, el presidente del Movilh, Rolando Jiménez, lamentó “profundamente lo sucedido, pero ahora lo importante es que los mandos medios de Gendarmería cuentan con una orden expresa se su director superior para impedir atropellos en razón de la orientación sexual en contra de Ayala o de cualquier otra persona”.
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