"No puede ser que los profesores pasen por alto al hablar de García Lorca, Luis Cernuda y Oscar Wilde mencionar su orientación sexual; no es un cotilleo, influye al comentar sus textos", criticaba ayer Jesús Generelo, coordinador de Educación del Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM). Quizá por eso 2009 ha sido declarado Año de la Diversidad Afectivo Sexual en Educación.
Según un estudio de COGAM en base a 325 respuestas válidas de jóvenes gays, lesbianas, transexuales y bisexuales, el 56,2 % ha sufrido violencia en su centro de estudios, mientras que un 67,2 % la ha padecido en la calle y un 22 %, en la familia.
Además, muy pocos salen del armario antes de los 25. Ni con los más próximos (un 55 % no le habla con libertad a su madre y un 68 %, a su padre) ni con profesores (76,6 %) o personal sanitario (81,2 %). Además de no atreverse a contarlo, los jóvenes gays manifiestan el rechazo que sufren, sobre todo de los varones (la mayoría tine sólo amigas heterosexuales, no amigos), y las jóvenes lesbianas se quejan de que carecen de referentes, lo que confirma su falta de visibilidad desde la más tierna edad.
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