miércoles, 14 de enero de 2009

España, modelo a imitar para los activistas LGTB estadounidenses.


El diario “El País” publica hoy un extenso reportaje sobre la lucha de gays y lesbianas por conseguir derechos civiles plenos en los Estados Unidos. El reportaje repasa varios de los temas candentes ya conocidos por los seguidores habituales de dos manzanas: la victoria por un estrecho margen de la Proposición 8 en California, aunque pendiente todavía de la decisión de su Corte Suprema; la paradójica circunstancia de que la población afroamericana se oponga mayoritariamente a la igualdad de gays y lesbianas; o el importante papel que la religión desempeña en el debate, con especial atención al activismo antiLGTB de la iglesia mormona. El reportaje recoge también el hecho de que España, en este terreno, se ha convertido en un modelo a seguir para los activistas LGTB estadounidenses.“El País” recoge el testimonio de Molly McKay y Davina Kotulski, que han celebrado ya cuatro ceremonias. La primera fue en 1998, sin valor legal alguno. Dos años después se acogieron al programa de uniones de hecho del estado de California. A principios de 2004 se volvieron a casar en San Francisco, cuando su alcalde comenzó a celebrar matrimonios que sin embargo no fueron considerados válidos por la justicia. La útima vez fue el pasado septiembre, antes del referéndum, cuando el derecho al matrimonio estaba plenamente vigente. Y ahora de nuevo se ven en la picota. “Después de tanto tiempo, es doloroso pensar que hay quien quiere que seas una ciudadana de segunda”, comentan con resignación. “Si el Tribunal Supremo llega a decidir que nuestras licencias son inválidas, será muy duro admitir que hay gente que ha decidido que no tienes la libertad de decidir quién es tu pareja”.“España es una fuente de inspiración”, añade Molly. “Los españoles han demostrado ser un pueblo avanzado a su tiempo, en el que se ha abierto un debate sano y racional. Allí ha quedado claro que la igualdad entre las familias es posible, que la diversidad es algo bueno”.El reportaje también recoge el testimonio de Charlene Cothran, que llegó a ser activista homosexual y dirigir una revista para lesbianas afroamericanas, pero que en 2006 “descubrió la fe”. Ahora se considera una “ex gay” y su revista ha pasado a ser “un instrumento para difundir la palabra del evangelio”.“Lo dice la Biblia. Sólo hay un modelo de familia, una forma de sustentar la sociedad. Y ésa es la unión entre un hombre y una mujer. No hay más opciones”, comenta.En el lado contrario de la lucha está Nadine Hansen, fiscal retirada de Utah, que ha promovido una web en la que se hace público el nombre de los mormones que donaron dinero a la Proposición 8 con el objetivo de favorecer el boicot a sus intereses, y que está teniendo cierto éxito (mormonsfor8.com). “Los activistas homosexuales no van a abandonar esta lucha hasta que no exista la igualdad total”, comenta Hansen, que también es mormona. “Hay encuestas recientes que demuestran que hay personas que votaron a favor de la Proposición 8 y ahora se arrepienten de su voto. Los norteamericanos somos lentos a la hora de alcanzar la igualdad. Pero tarde o temprano acabamos por darnos cuenta de qué es lo correcto”. Al fin y al cabo, en un país católico como España se aprobó el matrimonio gay “y el cielo no se desplomó sobre los españoles, ¿verdad?”, pregunta.



Fuente :: Dos Manzanas

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