Dos lesbianas ganan un juicio a cristianos que no les dejaron sus locales para “unirse civilmente”. Las autoridades de New Jersey consideran que las discriminaron; mientras que los metodistas dicen que el uso de sus locales deben estar alineadas a las creencias de la iglesia.
Desde 2007, el estado de New Jersey tiene una ley que permite las “uniones civiles del mismo sexo”. Una pareja de lesbianas, Harriet Bernstein y Luisa Paster, quisieron alquilar el Pabellón Boardwalk en New Jersery para poder celebrar su “unión civil”.El local pertenece a una Asociación Cristiana Metodista. Se localiza en Ocean Grove, una poblado de casas de campo al lado de la playa, fundada por metodistas en 1869, cuando entre los cristianos de esta corriente se extendió la costumbre de hacer camping, veranear y hacer encuentros cristianos en este sitios similares. La asociación metodista, conforme a sus valores cristianos, negó el alquiler a las lesbianas el permiso para hacer su ceremonia de “unión civil”. Ante tal hecho, las lesbianas denunciaron a los cristianos en marzo de 2007 ante las autoridades del Estado acogiéndose a las leyes anti-discriminación de “derechos civiles” de New Jersey. Esta fue la primera denuncia progay “discriminación” ante una “unión civil”.
Al mes siguiente otra pareja lesbiana les denunció también por lo mismo, pero para entonces la asociación metodista ya había anunciado que no alquilarían el abellón para bodas de ningún tipo.Los metodistas encargaron su defensa a la "Alliance Defense Fund" un grupo de abogados especializado . Sus argumentos se basaron en que “una asociación cristiana tiene derecho constitucional a usar sus locales de forma consona con sus creencias”. Pero el tribunal que juzga estos casos falló el pasado 5 de enero a favor de las lesbianas aseverando que la asociación había violado lo que las leyes anti-discriminatorias de New Jersey en lo que respecta a los alquileres locales públicos.El juez que tomó esta decisión es Frank Vespa-Papaleo, militante político progay que en diciembre pasado diciembre pidió públicamente que New Jersey no se contentase sólo con uniones civiles, sino que introdujesen leyes para oficiar el matrimonio homosexual directamente.Los metodistas insistieron en el carácter cristiano de sus locales. La acusación dijo que son locales públicos porque han aceptado dinero público para reparaciones después de un huracán. Los cristianos respondieron que el dinero para reparaciones era para quien lo solicitase y que ellos nunca ocultaron la afiliación religiosa de sus instalaciones. La acusación también dijo que los locales se acogen a exenciones fiscales porque se comprometen a un “uso público”. Los metodistas respondieron que ese uso público no puede ser ilimitado ni ir contra sus valores cristianos.Muchos temen que con caso se siente precedente y que cualquier grupo pro-gay intente acudir a locales de entidades religiosas a celebrar actividades contrarias a la fe cristiana y que si nos se les permite esto puedan denunciar a quienes no accedan a sus deseos.
Desde 2007, el estado de New Jersey tiene una ley que permite las “uniones civiles del mismo sexo”. Una pareja de lesbianas, Harriet Bernstein y Luisa Paster, quisieron alquilar el Pabellón Boardwalk en New Jersery para poder celebrar su “unión civil”.El local pertenece a una Asociación Cristiana Metodista. Se localiza en Ocean Grove, una poblado de casas de campo al lado de la playa, fundada por metodistas en 1869, cuando entre los cristianos de esta corriente se extendió la costumbre de hacer camping, veranear y hacer encuentros cristianos en este sitios similares. La asociación metodista, conforme a sus valores cristianos, negó el alquiler a las lesbianas el permiso para hacer su ceremonia de “unión civil”. Ante tal hecho, las lesbianas denunciaron a los cristianos en marzo de 2007 ante las autoridades del Estado acogiéndose a las leyes anti-discriminación de “derechos civiles” de New Jersey. Esta fue la primera denuncia progay “discriminación” ante una “unión civil”.
Al mes siguiente otra pareja lesbiana les denunció también por lo mismo, pero para entonces la asociación metodista ya había anunciado que no alquilarían el abellón para bodas de ningún tipo.Los metodistas encargaron su defensa a la "Alliance Defense Fund" un grupo de abogados especializado . Sus argumentos se basaron en que “una asociación cristiana tiene derecho constitucional a usar sus locales de forma consona con sus creencias”. Pero el tribunal que juzga estos casos falló el pasado 5 de enero a favor de las lesbianas aseverando que la asociación había violado lo que las leyes anti-discriminatorias de New Jersey en lo que respecta a los alquileres locales públicos.El juez que tomó esta decisión es Frank Vespa-Papaleo, militante político progay que en diciembre pasado diciembre pidió públicamente que New Jersey no se contentase sólo con uniones civiles, sino que introdujesen leyes para oficiar el matrimonio homosexual directamente.Los metodistas insistieron en el carácter cristiano de sus locales. La acusación dijo que son locales públicos porque han aceptado dinero público para reparaciones después de un huracán. Los cristianos respondieron que el dinero para reparaciones era para quien lo solicitase y que ellos nunca ocultaron la afiliación religiosa de sus instalaciones. La acusación también dijo que los locales se acogen a exenciones fiscales porque se comprometen a un “uso público”. Los metodistas respondieron que ese uso público no puede ser ilimitado ni ir contra sus valores cristianos.Muchos temen que con caso se siente precedente y que cualquier grupo pro-gay intente acudir a locales de entidades religiosas a celebrar actividades contrarias a la fe cristiana y que si nos se les permite esto puedan denunciar a quienes no accedan a sus deseos.
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