Zacatecas, Zac.- Respetar los derechos humanos y civiles de las parejas homosexuales, en este caso de las familias integradas por lesbianas, es la exigencia de esta comunidad, expuso la socióloga Sarah Espinoza ante jóvenes de la Unidad Académica de Enfermería de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), en el marco de las actividades del V Festival de la Diversidad Sexual.
Además de la discriminación que padece esta comunidad, la socióloga mencionó que la elección de formar una familia encabezada por dos mujeres es una situación que carece de certidumbre legal, que deja en completa indefensión a los hijos.
Ante ello, la socióloga aclaró que esta comunidad no pretende un trato especial, sino el respeto de sus derechos humanos y civiles como cualquier otro ciudadano. “Las lesbianas y homosexuales tenemos los mismos derechos que todas las personas, derecho a salud, a la vida, a que no se nos discrimine”.
A través de un trabajo de investigación, Espinoza documentó numerosos casos de parejas lésbicas, quienes con hijos de una relación heterosexual anterior o bien con descendencia procreada por acuerdo con algún donante varón, pierden a sus hijos tras el proceso de divorcio o tienen que recurrir a una figura paterna para registrarlos.
“A pesar de que los jueces argumentan que la patria protestad de los menores no les es quitada como acto discriminatorio al tratase de lesbianas, afirman que los entregan a la familia que les dará un mejor ejemplo”.
La maternidad lésbica, mencionó, choca con la ideología de la familia que sitúa a la maternidad dentro del marco natural de las relaciones heterosexuales, por lo que las relaciones lésbicas se consideran estériles y no procreativas.
Respecto a este tipo de relaciones, en las que está de por medio la crianza de hijos, destacó que se trata de una maternidad compartida y no asentada en lazos biológicos o legales, sin embargo, reconoció, la construcción social de la maternidad lésbica tiene escasos mecanismos para legitimarse en nuestro contexto cultural.
Al mismo tiempo, las parejas lésbicas se enfrentan a dificultades para acceder a alternativas de procreación, pues varios hospitales exigen para el proceso de inseminación artificial la presencia de un varón, o bien son tan costosos que las parejas no pueden pagarlos.
Dificultades de los menores por crecer en una familia homosexual
Respecto a los cuestionamientos de los asistentes a esta conferencia, entre quienes se habló de las dificultades psíquicas de los hijos que crecen en familias formadas por homosexuales, Espinoza destacó que ellos presentan la misma “normalidad o anormalidad en comparación con otros emanados de familias disfuncionales, como ocurre con gran parte de las familias mexicanas, que se caracterizan por la ausencia de la figura paterna”.
“Yo los invito a que ven las estadísticas que exponen que las mayores incidencias de violencia se dan en las familias heterosexuales, mayor número de abusos sexuales, ¿cuál familia normal, yo me pregunto?”.
Al mismo tiempo, expuso que la educación es la forma en que estas familias encabezadas por homosexuales, ayudarán para que sus hijos enfrenten los prejuicios de la sociedad.
“Ellos tendrán a dos papás o dos mamás que los aman, los protegen y los cuidan, además hay una cuestión muy significativa, hijos de lesbianas u homosexuales son hijos realmente deseados, no son un accidente, como muchos de parejas heterosexuales”, afirmó, además de exponer que tampoco les afecta el prejuicio de que ellos también serán homosexuales.
Además de la discriminación que padece esta comunidad, la socióloga mencionó que la elección de formar una familia encabezada por dos mujeres es una situación que carece de certidumbre legal, que deja en completa indefensión a los hijos.
Ante ello, la socióloga aclaró que esta comunidad no pretende un trato especial, sino el respeto de sus derechos humanos y civiles como cualquier otro ciudadano. “Las lesbianas y homosexuales tenemos los mismos derechos que todas las personas, derecho a salud, a la vida, a que no se nos discrimine”.
A través de un trabajo de investigación, Espinoza documentó numerosos casos de parejas lésbicas, quienes con hijos de una relación heterosexual anterior o bien con descendencia procreada por acuerdo con algún donante varón, pierden a sus hijos tras el proceso de divorcio o tienen que recurrir a una figura paterna para registrarlos.
“A pesar de que los jueces argumentan que la patria protestad de los menores no les es quitada como acto discriminatorio al tratase de lesbianas, afirman que los entregan a la familia que les dará un mejor ejemplo”.
La maternidad lésbica, mencionó, choca con la ideología de la familia que sitúa a la maternidad dentro del marco natural de las relaciones heterosexuales, por lo que las relaciones lésbicas se consideran estériles y no procreativas.
Respecto a este tipo de relaciones, en las que está de por medio la crianza de hijos, destacó que se trata de una maternidad compartida y no asentada en lazos biológicos o legales, sin embargo, reconoció, la construcción social de la maternidad lésbica tiene escasos mecanismos para legitimarse en nuestro contexto cultural.
Al mismo tiempo, las parejas lésbicas se enfrentan a dificultades para acceder a alternativas de procreación, pues varios hospitales exigen para el proceso de inseminación artificial la presencia de un varón, o bien son tan costosos que las parejas no pueden pagarlos.
Dificultades de los menores por crecer en una familia homosexual
Respecto a los cuestionamientos de los asistentes a esta conferencia, entre quienes se habló de las dificultades psíquicas de los hijos que crecen en familias formadas por homosexuales, Espinoza destacó que ellos presentan la misma “normalidad o anormalidad en comparación con otros emanados de familias disfuncionales, como ocurre con gran parte de las familias mexicanas, que se caracterizan por la ausencia de la figura paterna”.
“Yo los invito a que ven las estadísticas que exponen que las mayores incidencias de violencia se dan en las familias heterosexuales, mayor número de abusos sexuales, ¿cuál familia normal, yo me pregunto?”.
Al mismo tiempo, expuso que la educación es la forma en que estas familias encabezadas por homosexuales, ayudarán para que sus hijos enfrenten los prejuicios de la sociedad.
“Ellos tendrán a dos papás o dos mamás que los aman, los protegen y los cuidan, además hay una cuestión muy significativa, hijos de lesbianas u homosexuales son hijos realmente deseados, no son un accidente, como muchos de parejas heterosexuales”, afirmó, además de exponer que tampoco les afecta el prejuicio de que ellos también serán homosexuales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario