Milicianos iraquíes llevan a cabo desde principios de año una campaña de torturas y asesinatos contra hombres sospechosos de ser homosexuales o de tener un comportamiento "poco masculino" a la que se han sumado las fuerzas de seguridad, según denuncia la organización Human Rights Watch (HRW) en un informe publicado este lunes.
Los asesinatos comenzaron en el barrio bagdadí de Ciudad Sadr, bastión del Ejército del Mahdi, milicia liderada por el clérigo radical Moqtada al Sadr, y luego se extendieron a numerosas ciudades de todo el país, indica el estudio, que estima en varios centenares los hombres asesinados.
Según los testigos y los supervivientes, los autores de los crímenes entran en domicilios y se llevan a personas a las que luego interrogan con el fin de que les faciliten los nombres de víctimas potenciales. Algunos de los castigos que imponen son mutilar partes del cuerpo o aplicar pegamento en el ano para cerrarlo.
Uno de los hombres cuyo testimonio recoge el informe, titulado «Quieren exterminarnos: Asesinato, tortura, orientación sexual y género en Irak», relata cómo varios milicianos secuestraron y mataron a su pareja. Otro cuenta las humillaciones y torturas que sufrió a manos de responsables del Ministerio del Interior, que le colgaron del techo, le pegaron y le violaron 25 veces en tres días.
Hamid, otro de los hombres entrevistados por la organización defensora de los Derechos Humanos, afirma que "lo más barato en Irak es una vida humana". "Especialmente si se trata de personas como nosotros (. . . ) No entiendo qué hemos hecho para merecer esto. Quieren exterminarnos", añade. En las recomendaciones finales, HRW insta al Gobierno iraquí a "actuar urgentemente para poner freno a los abusos de las milicias y castigar a los perpetradores". El director del Programa de Derechos de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales de HRW, Scott Long, subrayó que "hacer la vista gorda ante las torturas y los abusos pone en peligro los derechos y la vida de todos los iraquíes".
Además, la organizacion recuerda que las leyes iraquíes no consideran delito penal la conducta homosexual voluntaria entre adultos y que, aunque muchos milicianos dicen estar aplicando la sharia cuando castigan a los gays, la ley islámica exige que se respeten la legalidad, las pruebas y la intimidad. Por último, HRW señala la prohibición de toda forma de tortura y de trato inhumano, así como el derecho a la vida, en el marco del Derecho Internacional.
Los asesinatos comenzaron en el barrio bagdadí de Ciudad Sadr, bastión del Ejército del Mahdi, milicia liderada por el clérigo radical Moqtada al Sadr, y luego se extendieron a numerosas ciudades de todo el país, indica el estudio, que estima en varios centenares los hombres asesinados.
Según los testigos y los supervivientes, los autores de los crímenes entran en domicilios y se llevan a personas a las que luego interrogan con el fin de que les faciliten los nombres de víctimas potenciales. Algunos de los castigos que imponen son mutilar partes del cuerpo o aplicar pegamento en el ano para cerrarlo.
Uno de los hombres cuyo testimonio recoge el informe, titulado «Quieren exterminarnos: Asesinato, tortura, orientación sexual y género en Irak», relata cómo varios milicianos secuestraron y mataron a su pareja. Otro cuenta las humillaciones y torturas que sufrió a manos de responsables del Ministerio del Interior, que le colgaron del techo, le pegaron y le violaron 25 veces en tres días.
Hamid, otro de los hombres entrevistados por la organización defensora de los Derechos Humanos, afirma que "lo más barato en Irak es una vida humana". "Especialmente si se trata de personas como nosotros (. . . ) No entiendo qué hemos hecho para merecer esto. Quieren exterminarnos", añade. En las recomendaciones finales, HRW insta al Gobierno iraquí a "actuar urgentemente para poner freno a los abusos de las milicias y castigar a los perpetradores". El director del Programa de Derechos de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales de HRW, Scott Long, subrayó que "hacer la vista gorda ante las torturas y los abusos pone en peligro los derechos y la vida de todos los iraquíes".
Además, la organizacion recuerda que las leyes iraquíes no consideran delito penal la conducta homosexual voluntaria entre adultos y que, aunque muchos milicianos dicen estar aplicando la sharia cuando castigan a los gays, la ley islámica exige que se respeten la legalidad, las pruebas y la intimidad. Por último, HRW señala la prohibición de toda forma de tortura y de trato inhumano, así como el derecho a la vida, en el marco del Derecho Internacional.
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