domingo, 16 de agosto de 2009

Fiesta en rosa pálido


El punto final del I Festival Gay de Benidorm reúne de madrugada a 1.500 personas en un parque acuático La piscina principal y la playa artificial se convirtieron en la zona de encuentro más concurrida y animada.

VICENTE ZARAGOZA BENIDORM ??Lo que prometía ser la noche loca de los "queers" se quedó a medio camino entre una fiesta de fin de curso y una despedida de solteros. Las expectativas de las, aproximadamente, 1.500 personas que se dieron cita en Aqua Natura, el parque acuático del complejo temático del Moralet, no se vieron del todo satisfechas por la falta de un ambiente que todos los asistentes deseaban, y venían buscando, pero que la organización no supo ofrecer. Los espectáculos previstos no empezaron a desfilar hasta pasadas las tres de la madrugada y la gente se dedicó a disfrutar del inigualable entorno del parque acuático, a bañarse, mojarse o a descender por los toboganes, sin que llegara a cuajar esa atmósfera "loca" que todos deseaban encontrar, y que únicamente por la actitud personal de algunos grupos no degeneró en el más absoluto de los aburrimientos.La fiesta con la que se ponía punto final al I Festival Gay de Benidorm congregó no sólo a personas de tendencia homosexual. Había parejas tanto gays como lesbianas y heterosexuales, y grupos de jóvenes ansiosos de diversión que acudieron únicamente por el reclamo de una diversión diferente, y que únicamente celebraban el cumpleaños de una de las chicas del grupo, todos ellos residentes en La Vila Joiosa.Con todo, los asistentes fueron cortando el hielo y se fueron animando los grupitos, a la espera de acontecimientos que no acababan de producirse.
"Hemos venido desde Madrid un grupo de siete amigos, y la verdad nos esperábamos más de este festival", se quejaba Juan Carlos y sus acompañantes. Juan Carlos, al igual que muchos de los asistentes, procedía de la Comunidad de Madrid y vino a la fiesta para sobreponerse a la ruptura sentimental de hace apenas unas semanas con su novio de siempre. Sus compañeros se esforzaban en alegrarle la velada, y lo consiguieron.
"Realmente no nos encontramos la marcha que esperábamos, pero la ponemos nosotros", señalaba uno de sus acompañantes mientras encendía un extraño cigarrillo.Fiesta para "ligar"Para Laura tampoco se llegaron a cubrir las expectativas.
Lesbiana confesa, esta camarera vecina de Benidorm de 25 años reconocía que acudió a la fiesta para "ligar" y encontrarse con alguna chica que le gustara.
Tampoco a Dámaso, un bailarín también residente de Benidorm de 30 años, casado con un colombiano con el que se reunirá en los próximos días, el ambiente le acabó de atrapar y se dedicó a pasárselo bien junto a Laura y a otra amiga, con la que acudió a la fiesta, ni para Víctor Pérez, también de Benidorm, de 30 años, que de vez en cuando se unía al grupo.La piscina principal y el entorno de la playa artificial se convirtió en el punto más concurrido y animado. Había expectación y todos se dedicaban a mirar a todos quizá esperando ese "algo más" que se espera de un encuentro de estas características. Plumas, drags, poses y exotismo. Nada de eso apareció en la escena de la celebración. Ya bien entrada la madrugada la organización cumplió con su programa e hicieron su aparición las "gogós" y los "disck jockey", estrellas de la noche, empezaron sus sesiones con el "house", y la actuación estelar de Giovanna, que, entonces si, cautivó y plasmó el verdadero espíritu de la convocatoria: "We are Queers"


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